La iniciativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, conocida como el Programa CULTIVA, ha brindado una oportunidad única a varios jóvenes agricultores y ganaderos de nuestro país. Este programa ofrece estancias formativas en explotaciones modelo, permitiendo a los participantes adquirir conocimientos prácticos y técnicos esenciales para el desarrollo de sus propias actividades agrarias.
Recientemente, la EFA El Salto ha organizado una de dichas estancias formativas para dos alumnos llevada a cabo en la explotación agropecuaria de la familia Alastruey en el municipio de Gurrea de Gállego, en Huesca. Este pueblo, conocido por su rica historia y su ubicación privilegiada en la comarca de la Hoya de Huesca, ha sido el escenario perfecto para que los estudiantes experimenten de primera mano la vida y el trabajo en una explotación agraria.
Durante su estancia, los alumnos se sumergieron en la rutina diaria de la explotación, aprendiendo sobre la planificación y gestión económica, así como sobre el uso de tecnologías digitales aplicadas al sector agrícola. Además, la experiencia les permitió entender mejor las dinámicas del mercado y las estrategias para una producción sostenible.
EFA El Salto, un centro de formación profesional situado en Zuera, Zaragoza, es conocido por su compromiso con la educación agraria de calidad. La participación de sus alumnos en el Programa CULTIVA refleja su dedicación a proporcionar una formación integral que combina teoría y práctica.
El éxito de esta estancia no solo se mide por el conocimiento adquirido por los estudiantes, sino también por la conexión establecida entre ellos y la comunidad de Gurrea de Gállego. Este tipo de intercambios fortalece los lazos entre las nuevas generaciones de profesionales agrarios y las comunidades rurales, fomentando un futuro más próspero y sostenible para el sector.
En conclusión, la estancia de los alumnos en Gurrea de Gállego ha sido una experiencia valiosa que ha enriquecido su formación y les ha preparado para enfrentar los desafíos del mundo agrícola con una perspectiva renovada y práctica.
Muchísimas gracias a la familia Alastruey por hacerlo posible.