Visión

UNEFA | Formación Profesional de Calidad en el Medio Rural

Para cualquier ente asociativo, el discurso sobre la identidad -quién soy yo, quiénes somos nosotros- se presenta como un intento de ganar control reflexivo sobre el propio ser, a fin de no verse arrastrado por el curso de los acontecimientos. Tal discurso sobre la identidad es siempre limitado. Por una parte, los discursos con los que intentamos describir lo que somos, inevitablemente nos remiten a lo que todavía no somos, pero queremos ser; y, por otra, tales discursos siempre se quedan cortos a la hora de reflejar lo que de hecho hay.

Ese intento de describir lo que somos y que nos remite a lo que todavía no somos es lo que en el lenguaje empresarial suele denominarse visión. La visión siempre tiene un componente utópico y en el mundo educativo, esa visión que conlleva la tensión entre lo que somos y lo que estamos llamados a ser se hace especialmente tangible.

Por eso los discursos conscientemente controlados -en particular los discursos institucionales- con tanta frecuencia despiertan recelos y sospechas, hasta que no se vean corroborados de algún modo por la experiencia. Pero al mismo tiempo, no podemos prescindir de los discursos con los que tratamos de aclararnos a nosotros mismos.

En 2016 celebramos el 50 aniversario de la fundación de las EFAs. El crecimiento de las EFAs a lo largo de estos 50 años se refleja en una mayor conciencia de nuestros propios fines, en un empeño mayor para que esos fines impregnen las manifestaciones de la vida de nuestros centros educativos.

Esto es lo que se perseguimos, al explicitar el ideario y los rasgos más sobresalientes de las EFAs: ganar una mayor conciencia corporativa, que pueda luego traducirse en las acciones más ordinarias que tienen por sujeto a la institución; ganar control racional sobre las propias acciones, a fin de que se ajusten al ideario.

Ciertamente, la identidad de las EFAs no queda garantizada por la formulación del ideario; además, éste tiene que ser interiorizado y traducido en medidas estructurales y modos de hacer con los que las EFAs pueda expresarse hacia fuera. Pero, sobre todo, si esta expresión ha de ser expresión de algo, debe corresponderse con hábitos y modos de hacer vividos hacia adentro, en el interior mismo de las EFAs en cuanto institución.