El presidente de CECE, Alfonso Aguiló, compareció el pasado miércoles 8 de marzo de 2017 en el Congreso de los Diputados ante la subcomisión para el Pacto de Estado Social y Político por la Educación.
 

En su comparecencia, Alfonso Aguiló hizo especial hincapié en centrar el debate en lo esencial, buscando siempre que prime el interés general sobre el particular; en trabajar sin frentismos y sin querer excluir a nadie ni legislar contra nadie, “porque nadie sobra para mejorar la educación”.

“Nos preocupa que surjan propuestas estatalizadoras, que pretenden ahogar la enseñanza concertada para ir estableciendo poco a poco una escuela única, como si la escuela única fuera el paraíso de la igualdad de oportunidades, pero en una sociedad democrática no cabe el ni sindicato único, ni el partido único, ni la prensa única, y tampoco la escuela única” afirmó Aguiló.

Además, en el transcurso de su intervención, Alfonso Aguiló se mostró partidario de una evaluación que vaya a favor de la equidad, de la autonomía de los centros, de diseñar un MIR educativo, de impulsar la Formación Profesional, de establecer un plan de igualdad en los centros, de hacer una apuesta clara por incentivar la innovación en la escuela, de la urgente necesidad de incrementar la financiación en el tramo 0 a 3 años y de que en cuanto sea posible haya una reversión de los recortes habidos en educación.

Mostró también el presidente de CECE el aprecio por la escuela pública:

“precisamente porque tenemos un profundo aprecio por la pluralidad y queremos trabajar codo con codo con todos”.

Por último, el presidente de CECE hizo el ofrecimiento de esta organización para lograr el Pacto: “La sociedad está cansada de la ideologización del debate educativo y de los frentismos políticos. A muchos parece que importa más rebatir las ideas de otros que buscar solución a los problemas.

Pienso que las principales barreras contra ese pacto provienen de intereses ajenos a la educación. Es preciso dejar en segundo plano los intereses particulares y centrarse con generosidad en lo que de verdad necesita la educación. Trabajar con los que piensan de modo diferente en algunas cosas, y conseguir encontrarnos en las numerosas áreas comunes que seguro que tenemos, porque nadie sobra en esta grande y noble tarea de educar” concluyó.